ELMUNDOSALUD.COM- 11 de Mayo 2004
Un análisis de sangre predice la intolerancia a la radioterapia

Veinticuatro genes tienen la clave. En ellos está escrito qué pacientes con cáncer son propensos a padecer algunos de los efectos secundarios más graves derivados de la radioterapia y, por tanto, no deberían someterse a este tratamiento. Un simple análisis de sangre con la última tecnología de microchips permitiría leer estos 24 puntos clave de nuestro material genético.

Se calcula que entre un 5% y un 10% de las personas que tienen que someterse a radioterapia experimentan estos problemas: heridas que no curan, quemaduras que necesitan incluso cirugía plástica, daños cerebrales... Los especialistas confían en que pronto se pueda saber de antemano quiénes son propensos a ello.

Y en este avance han colaborado científicos de la Universidad de Stanford, que acaban de dar a conocer sus avances en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).

Mediante tecnología de 'microarrays', pequeños chips capaces de 'leer' la actividad de cientos de genes simultáneamente, Gilbert Chu y su equipo analizaron el material genético de 57 pacientes con cáncer, 14 de los cuáles habían experimentado alguno de los efectos secundarios de la radioterapia.

Estos científicos descubrieron los mismos genes 'responsables' de la toxicidad de la radiación en nueve de los afectados. Otros dos se habían sometido a tratamiento tóxicos al margen de la radioterapia, y sólo tres 'escaparon' a la detección genética del análisis de sangre, es decir, pese a que sus genes 'decían' que sí sufrirían los efectos secundarios, el análisis dio negativo. Además, apuntan los autores, no se detectó ningún falso positivo.

De momento queda por validar este análisis en muestras de pacientes más numerosas, pero de llegar a confirmarse sus resultados en muestras más amplias, los científicos confían en poder emplear esta técnica rutinariamente en la práctica clínica para determinar qué pacientes con cáncer 'sufrirán' la toxicidad de la radioterapia y cuáles no.