TU ALIENTO



Tu aliento abre las fauces del cielo,
con tu mirada haces retroceder a los vientos 
desde tu morada divisas la obra de tu creación.
 
Tú, que me conoces desde antes de yo nacer
y sabías lo débil que soy y en qué te fallaría

Aun así me llamaste y ungiste mi cabeza con el agua de la vida.
 
Aún recuerdo…
cómo a mi edad primera,
me vestiste como un lirio blanco
y abriste tu casa para que comiera de TI,

Fui la anfitriona de tu Gran Banquete.
 
Y hoy al despertar…
vi que tu mirada se apartaba de mí,
yo no sabía por qué tapabas tu rostro con los velos de tu alma.
 
Escuché un rugir de cadenas,
TÚ soltabas contra mí tus legiones de ángeles negros,
me armé de valor y luché contra ellos,
contra TI levanté mi espada.
 
Me atacaron hasta desgarrar mis entrañas,
mis carnes se hicieron tiras,
y los perros lamían mis heridas.

Mi rostro se apartó del tuyo,
pero mis lágrimas nunca dejaron de llegar a TI
como un río de lava que ardía mi ser.
 
Caí al suelo agotada,
horrorizada por la lucha
y TÚ…     no hacías nada. 

Entonces mí rostro de nuevo se volvió a TI
 y te grité con tal fuerza que los cimientos de la tierra temblaron. 

Te dije:
"¿Acaso no te importa mi dolor?
¿No soy yo parte de tu creación?
¿No me hiciste de un trozo de tu piel semejante a TI?
¿Por qué no me ayudas? ¿Por qué me pruebas al crisol? 
Tú sabes que soy débil y no aguanto más."
 
En ese momento
el cielo se tornó de un color rojizo,
los rayos de su furia cruzaban la tierra 
las fauces del cielo se abrieron
y el sonar de trompetas hizo retroceder a la legión de ángeles negros.

Mi cuerpo yacía sin fuerzas
yo no podía luchar.
 
De su casa salió una luz que me envolvió
y de mi dolor hizo un yugo ligero
 
Él, por primera vez, me habló y me dijo:
"Mis ángeles te han tocado lo corruptible de ti, 
pero tu alma ha sido fuerte, me ha sido fiel,
y aún después de sentir que morías,
que yo te arrebataba la vida,
tu corazón, al escuchar mi voz,
no se endureció a MI AMOR."


Amar - 15.07.2004