Mi isla es tan silenciosa y callada no tiene ni puerto ni barca ni mares que la rodeen su tierra está en medio de la nada. Las olas que llegan a su orilla son mis sabanas blancas su espuma de olor a canela, jazmin y albahaca bordada cada noche con hilos de plata. Donde mi cuerpo silencioso en ellas aguarda que el sueño me llegue y mi alma de él salga volando libre buscando la arena blanca cuando la luna en el cielo parece de nacar. Y las estrellas lucen cual cristal de esmeralda sus rayos me hacen naufraga de mi isla de sus valles y montañas y me baño entre sus aguas de linasa enamoradas. Y paseo por montañas de nieve que el sol de la tierra arranca mas cuando la claridad del día avanza mis ojos se desteñan y se entristece mi mirada cuando al amanece se abren ... y solo encuentra olas de escencias de la noche salpicada bordadas de ilusión que la luna en mis sueños dejó atrapada. Amar - 23.09.2003 |