DIAMANTE (II)

Hay un viento traidor, 
su voz hace crujir las ramas de mis árboles
 
Ese viento me hiela 
hace secar mis lloros 
y quiebra mi corazón
 
Mis árboles se desnudan 
sobre mi caen sus vestidos 
me envuelven con la oscuridad de sus ramas
 
Ese viento me atrapa  
sus alaridos hacen estremecer mis raíces
 
Es de noche y escucho 
su voz entra en mis cimientos
 
La torre de piedra de mi vida 
cae sobre mí como sombras
 
En arena se han convertido mis manos
y su frialdad poco a poco me entierra
 
Solo el polvo de lo que fui 
queda en el oscuro camino
 
La brisa de ese viento 
ha partido mis tejidos
 
Bajo la arena yazgo 
no veo el cielo ni el infinito
 
Mis ojos se cierran 
Mis oídos no pueden escuchar el sonido 
de un corazón que hoy se ha partido

El viento aterrado se llevó lo mejor que he tenido 
mi sonrisa, mi espíritu
 
Hay perlas negras en mi tierra 
y no gotas de rocío
 
No se qué encontrarán 
cuando retiren las piedras de mi castillo
 
Quedará un cuerpo marchito
un desierto de arenas 
un jardín sin colorido
 
Quizás un diamante por la vida pulido 

Amar - 14.12.2004