Arrebatastes

Eres cruel y malvada
No escuchas mis gritos llamar a tu puerta
No escuchas cómo mi corazón se parte a trozos
No notas mis lágrimas de derrota caer sobre ti
Ábreme; no seas cobarde, quiero que me mires
Quiero que veas el dolor que arrastran mis ojos
Necesito que me digas por qué lo mataste
Por qué has arrastrado su cuerpo por mi tierra con tu guadaña atravesada
Qué firme has cabalgado en el tiempo mientras parte de mí moría
Grité al ver pasar tu sombra sobre mi casa
Mi llanto salpicó la oscuridad de tu rostro
No me has permitido acariciar su último aliento
Ni que sus ojos me mirasen por última vez
Mira, la noche cae, la luna esta de luto, llora y moja mi dolor
Él no vera más nacer un día ni su claridad
Su sangre es un río helado
Deja que estas manos agrietadas lo lleven a casa
¿Es tanto lo que te pido?
Sólo quiero guardar su aroma en mi entraña
Devoradora cruel muerte
Te suplico que me entregues su cuerpo
Que con las flores del mío quiero adornarle en esta despedida
Quiero que esta noche acabe
Cerrarla con un beso en sus labios
Que su alma no vague con el recuerdo de que no luché con todas mis fuerzas por él
Combatiente espada de la vida me lo has arrebatado
Pero en la eternidad de los tiempos, mis gritos se escucharán de generación en generación
pidiéndote que me des lo que queda de él
Porque aun después de su muerte
El amor nacerá en mi

Amar - 15.07.2004