Los Transplantes de Intestinos pueden salvar vidas y ahorrar gastos

Pittsburgh. Abril-1999


Las tasas de supervivencia en pacientes que experimentan transplantes de intestino están mejorando, y este procedimiento está demostrando que también ahorra gastos, según los cirujanos del Centro Médico de la Universidad Médica de Pittsburgh (UPMC). Tras estos descubrimientos Kareem Abu-Elmagd y sus compañeros se han dirigido a la Administración Norteamericana de Financiación de la Sanidad Pública (HCFA) para solicitarle que financie los transplantes de intestino que se realicen en centros médicos con experiencia en este campo.

Los transplantes intestinales pueden efectuarse en aquellas personas que se encuentran en una fase final de fallo intestinal, es decir la mayor parte de su intestino ha sido dañado por una enfermedad o ha sido extraído quirúrgicamente. Ésto puede ocurrir en aquellas personas que tienen una Enfermedad Inflamatoria intestinal (EII) grave y sufren el llamado Síndome del intestino corto, que no les permite absorber los nutrientes necesarios. Normalmente se les alimenta mediante alimentación parenteral total, lo cual implica la inserción de un tubo en las venas, o directamente al estómago. Sin embargo, esta terapia es en cierto modo limitante para los pacientes. Asimismo, la utilización prolongada de la Alimentación Total Parenteral puede dar lugar a complicaciones, como fallo hepático y sepsis (Infección de la sangre y otros tejidos).

La idea de sustituir el intestino dañado se planteó hace ya bastante tiempo; los primeros transplantes en animales se efectuaron en modelos animales en los años 1950. Sin embargo, los transplantes en humanos con éxito no pudieron realizarse hasta que se desarrollaron nuevos medicamentos inmunosupresivos como el "tacorlimus" y el "micofelolato". Los doctores necesitaban estos medicamentos para evitar que los pacientes tuvieran una respuesta inmune no deseada frente al nuevo órgano y lo rechazaran.

Los doctores de la universidad  de Pittsburgh y de la Universidad de Ontario occidental desarrollaron el primer transplante intestinal con éxito en humanos en 1988. De igual modo que los transplantes de otros órganos se han vuelto más seguros y eficientes durante los últimos años, lo mismo ha ocurrido con los transplantes intestinales, que cada vez más son una opción para aquellas personas cuyo intestino delgado está dañado sin posibilidad de reparación.

Desde 1990 se han realizado más de 270 transplantes intestinales en todo el mundo, con un éxito creciente, afirmó Thomas M. Fishbein, profesor de cirugía en la escuela de medicina del Monte Sinaí. "Según los datos del MEDICARE (Sistema público de salud norteamericano) en 1987 había 19.700 pacientes con nutrición parenteral en los Estados Unidos. El 15 % de estos pacientes se consideran candidatos para un transplante intestinal. En la actualidad el transplante intestinal se ve limitado por el número de donantes apropiados en las pocas áreas donde este servicio clínico está disponible.

Las personas que son sometidas a un transplante intestinal reciben únicamente un intestino delgado; o un intestino delgado y un hígado, o un intestino delgado y múltiples órganos. Aunque tras la cirugía los pacientes reciben alimentación parenteral total, se les retira cuado pueden absorber los nutrientes por sí mismos.


Nuevos descubrimientos en la Universidad dePittsburgh
El Dr. Abu-Elmagd y sus compañeros, incluyendo el Dr. Starzl, indican una tasa de supervivencia del 72% un año después del transplante intestinal. Esta tasa de supervivencia es similar a la que se presenta en los pacientes que reciben un transplante de pulmón (alrededor del 70,4 %), un procedimiento que sí es financiado por la HCFA. La tasa de supervivencia tras 5 años es de un 48%. De los 55 supervivientes actuales, el 93 % se encuentra en casa, son completamente activos y han dejado la Alimentación Total Parenteral, según los autores. El grupo de Pittsburgh atribuye estas tasas de supervivencia a una gestión mejorada del rechazo de los órganos, unos criterios más afinados para la selección de los donantes y receptores de órganos , y a la modificación del procedimiento quirúrgico. Y algo muy importante para las personas con EII, algunas de las mejores tasas de supervivencia se presentaron en adultos con Enfermedad de Crohn.

Aproximadamente el 60 % de los pacientes que reciben un transplante intestinal en la Universidad de Pittsburgh son niños. La tasa de supervivencia a los 5 años era mejor en los niños (68 %) que en los adultos. De los 55 niños que han recibido un transplante intestinal, 31 han sido capaces de mantener una buena nutrición durante 3 años y 18 durante 5 años.

Los autores del estudio también se ocupan del coste del transplante en comparación con la Alimentación Parenteral Total. Actualmente los tres tipos de procedimiento de transplante cuestan una media de 132.285 $ (el intestino sólo), 214.716 $ (intestino e hígado), y 219.098 $ (Intestino y órganos múltiples). De acuerdo con los datos de MEDICARE de 1992, el coste anual de la Alimentación Parenteral Total  era de más de 150.000 $ por paciente. Esta cifra no incluye los costes de la hospitalización frecuente, del equipo médico, y de enfermería. De acuerdo con estas cifras, el transplante intestinal ahorra gastos a partir del segundo año tras la cirugía.

Estos doctores escriben : "El transplante intestinal se ha convertido en un tratamiento que salva la vida de aquellos pacientes con un fallo intestinal irreversible y que no pueden ser mantenidos con Alimentación Parenteral Total, y que ahorra gastos en aquellos pacientes que aún tienen la opción de la Alimentación Parenteral Total. La rehabilitación a largo plazo con los tres tipos de transplante intestinal  es similar a la que se consigue con el transplante de pulmón (actualmente financiado por MEDICARE) y otros tipos de transplantes. Por lo tanto, es justificable el considerar el transplante intestinal como un procedimiento no experimental que debería ser financiado por el MEDICARE, MEDICAID, u otros seguros médicos de los Estados Unidos". Los autores prevén una mejora en las tasas de supervivencia.